Semanas atrás en nuestra primera entrega analizamos de cerca el hecho de que las empresas definan desde la alta dirección una agenda de trabajo con la que puedan detonar una economía más creativa al interior de sus organizaciones, el objetivo principal que desarrollen modelos de negocios sostenibles que trasciendan en el tiempo no solo por el intercambio comercial que ofrecen sino por su propósito institucional, motivo fundamental que inspira y guía a lo largo de la vida a una empresa y a todas aquellas personas que integran su comunidad.
Al igual, hemos hablado sobre la importancia de que no solo desde las empresas se impulse una agenda para una economía más creativa, sino desde la misma configuración de un proyecto, entonces nos referimos al mundo de los emprendedores, y su anticipada pero trascendente manera de elegir un futuro o futuros a favor de su organzación, pero ¿qué significa todo esto en su desarrollo empresarial?
Una elección de futuro es un sello único, resultado de una abstracción o representación del mundo, es decir, un punto de vista tan particular como flexible que logra materializar una idea en un modelo de negocio a prueba de todo, lo que provee un sistema inmunológico fuerte, resultado de un proceso creativo que se lográ anclar en una plataforma institucional o marco de referencia cultural, integrado organicamente por las fortalezas de carácter de todas las personas que colaboran en el crecimiento de la organización, así como de una base de especialización o conocimiento impulsado por el trabajo de las universidades o centros públicos de investigación. Ojo! hablamos de un escenario ideal para cualquier entidad incluida Tlaxcala.
Por lo tanto, lo desaeble para una empresa o un emprendimiento es que su fuerza de empuje recaiga en la gestión oportuna del talento humano; no es casualidad que el éxito o fracaso de un emprendimiento por sencillo que parezca dependa en gran medida de la relación estrecha entre una clara filosofia de trabajo en la organzación y la mejor versión de cada persona para hacer frente a las adversidades del contexto.
Si nos detenemos a observar la configuración del sector productivo en Tlaxcala, y su vínculo con los distintos modelos de negocio es probable que el escenario no nos favorezca en la generación de emprendimientos con mayor valor agregado, esto es en la consolidación de proyectos que sean el claro reflejo de un sistema de ciencia y tecnología activo donde la producción del conocimiento en las unviersidades o centros de investigación se vincule en definitiva con el desarrollo de productos y servicios que impacten positivamente en la forma de hacer negocios, pero sobre todo en el bienestar de cada una nuestras comunidades atendiendo sus diversos matices y necesidades.
Y una de esas necesidades en el estado de Tlaxcala es la gestión exitosa del talento humano por parte de las universidades y su relación directa en la consolidiación de competencias creativas de nuestros emprendedores, y más ahora que la crisis sanitaria de la COVID nos ha dejado un escenario lleno de oportunidades así como de claros obscuros al momento de inciar un proyecto de negocio.
Sin duda, parecierá existe una relación directa entre la calidad de vida de la población y la producción de conocimiento desde el ecosistema de ciencia y tecnología en Tlaxcala, pues representamos a nivel nacional el 0.57% del padrón nacional de beneficiarios del Sistema Nacional de Investigadores 2021, teniendo registrados ante el CONACYT 187 miembros pertenecientes gran parte de ellos al nivel I, así como a las áreas de investigación vinculadas a la biología y química, ciencias sociales, humanidades y ciencias de la conducta. lo que resulta insuficiente en materia de producción científica, y más cuando tenemos de frente grandes retos por resolver ,ya sea en materia de sustentabilidad o de incremento en el ingreso per cápita de la población.
El mejor ejemplo se tiene en uno de los sectores de edad más representativos al momento de emprender, es decir en el sector de los 15 a los 29 años que de acuerdo adatos del INEGI mantiene una percepción promedio en Tlaxcala de $ 4,107.00 pesos mensuales, lo que significa que la pendiente en este sector será inclinada y sofocante al momento de desarrollar un negocio. Y más aún cuando la pandemia en el año 2020 llevó al cierre definitivo a más de un millón demicro, pequeñas y medianas empresas anivel nacional, según datos del propio INEGI.
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